White Walker Kush es una variedad feminizada que combina lo mejor de la vieja escuela holandesa con el poder de las genéticas californianas modernas. Resultado del cruce entre el legendario corte Ingemar de White Widow (1988) y la superproductiva Skywalker Kush, esta cepa destaca por su espectacular producción de resina y por ofrecer rendimientos generosos tanto en flor como en extracciones.
White Walker Kush crece con vigor en la etapa vegetativa y muestra una explosión de crecimiento tras el cambio a 12/12. Su estructura es sólida, con ramas resistentes y entrenudos bien espaciados que permiten una buena penetración lumínica. Produce cogollos densos, resinosos y de gran tamaño, con un equilibrio estructural entre ambas genéticas parentales, lo que facilita su cultivo tanto en interior como en exterior.
White Walker Kush nace del cruce entre el corte Ingemar de White Widow, una genética holandesa emblemática mantenida desde 1988, y la potente Skywalker Kush, una de las variedades Kush más productivas de DNA Genetics. El resultado es una planta robusta, resinosa y de efecto potente, ideal para extracción y producción comercial.
Esta variedad destaca por su producción de resina superior y por ofrecer una experiencia de cultivo equilibrada: velocidad, resistencia, estructura y sabor. Es una elección ideal tanto para cultivadores comerciales como para artistas del concentrado. Su aroma mezcla la intensidad kush de Skywalker con toques terrosos y dulces de la White Widow, ofreciendo un perfil terpénico atractivo y potente.
White Walker Kush ofrece rendimientos de entre 450 y 550 g/m² en interior tras 8-9 semanas de floración. En exterior, puede alcanzar cosechas aún mayores bajo condiciones óptimas. Es una variedad confiable para quienes buscan rendimiento, calidad y potencia en un solo paquete.
El perfil aromático de White Walker Kush es una fusión entre notas kush intensas, tierra húmeda y dulzura resinosa. Al fumar, predominan los matices especiados y terrosos con un fondo suave y almizclado. Una variedad sabrosa, penetrante y equilibrada que deja un regusto prolongado.
Visualmente, White Walker Kush impresiona con cogollos densos y escarchados, completamente cubiertos de tricomas brillantes. Su apariencia blanca y resplandeciente le hace honor al nombre. Las flores son compactas, con cálices bien formados y pistilos anaranjados que contrastan sobre el fondo verde claro de la planta.
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