Big Bud es una de las variedades comerciales más emblemáticas del mundo del cannabis. Este híbrido de dominancia índica viene de Northern Lights #1 x Skunk #1 y destaca por su enorme capacidad de producción, su efecto eufórico prolongado y un perfil organoléptico suave y agradable.
Big Bud desarrolla una estructura media-alta, con una altura de entre 120 y 150 cm. Sus ramas tienden a soportar enormes cogollos cubiertos de resina, lo que puede requerir tutores o sistemas de sujeción. Su morfología es ideal para cultivos en interior o exterior, especialmente si se busca maximizar la cosecha en poco espacio.
Esta genética proviene del cruce entre Northern Lights #1 y Skunk #1, dos leyendas del cultivo que aportan a Big Bud su resistencia, potencia y perfil aromático suave. Esta combinación le da un equilibrio perfecto entre producción, efecto y facilidad de cultivo.
El humo de Big Bud es suave y dulce, con notas terrosas, afrutadas y especiadas muy agradables. Su perfil es discreto en aroma durante el cultivo, pero revela toda su riqueza terpénica al secado y curado.
Con un efecto predominantemente índico, Big Bud ofrece una euforia mental inicial que se transforma en una relajación corporal profunda y duradera. Por ello, se recomienda para uso nocturno o para quienes buscan aliviar el estrés sin quedar totalmente fuera de combate.
Big Bud se emplea con fines terapéuticos para tratar afecciones como insomnio, pérdida de apetito, ansiedad y estrés. Su efecto sedante progresivo es ideal para relajar el cuerpo y calmar la mente.
En cultivo interior, Big Bud puede ofrecer rendimientos de hasta 450-550 g/m² en tan solo 9 semanas de floración. En exterior, estará lista para la cosecha en septiembre (Hemisferio Norte), alcanzando su máximo potencial en climas cálidos y secos.
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