Historia de las semillas autoflorecientes

Hoy te ofrecemos este contenido hablando sobre la historia de las semillas autoflorecientes, sus características, como se crearon, y que las hace tan irresistibles para muchos aficionados por todo el mundo.

Si lo que estás buscando es información sobre el cultivo de variedades automáticas, te recomendamos visitar consejos básicos sobre autoflorecientes.

Origen de las semillas autoflorecientes

El origen y procedencia de la mayoría de las genéticas autoflorecientes hay que buscarlo en zonas frías de Europa Oriental (Hungría, Sur de Siberia, Rusia…) y Asia Central. En estos lugares el Cannabis salió adelante incluso en las condiciones meteorológicas más extremas, creando la tercera subespecie de la marihuana, la Ruderalis (Cannabis Sativa Rudelaris).

Todo ser vivo quiere sobrevivir y para ello muta durante generaciones, hasta conseguir adaptarse al medio o no. En estos lugares tan extremos, las condiciones climatológicas, especialmente el frío, la nieve y las pocas horas de sol, sólo permiten a las plantas un par meses al año con las condiciones propicias para desarrollarse y reproducirse. Estas variedades de climas frios desarrollaron adaptaciones especiales para resistir la mayoría de meses malos, además también para poder florecer y producir semillas en este corto periodo de tiempo, perpetuando así su especie en estos inhóspitos parajes.

El Cannabis Ruderalis

El Cannabis Ruderalis es una subespecie del género Cannabis Sativa que fue descrita y catalogada para la ciencia por los botánicos soviéticos (Janischewsky) en 1924, fue catalogada como mala hierba debido a sus escasas posibilidades de explotación, sobre todo por su bajo contenido de THC y como materia prima para obtener fibra y papel debido a su escasa talla. Pero había una diferencia con otros tipos de Cannabis que tardamos muchos más años en descubrir, y aprovechar.

Lo que la diferencia a las Ruderalis de los otros tipos de cannabis es que no dependen de las horas de luz del día para empezar a florecer. En general, se necesitan unos periodos concretos de luz y de oscuridad para que las plantas de Cannabis crezcan, y otras diferentes para que florezcan. Esto no es así con las Ruderalis.

En la inmensa mayoría de las variedades de cannabis, el crecimiento se da cuando los días crecen y cada vez hay más horas de sol, por el contrario, el inicio de la floración se desencadena con la llegada de los días cortos y noches largas. Esto se conoce como el fotoperiodo, y es el que regula y determina el final del crecimiento y el inicio de la floración. En cambio, en las variedades como Ruderalis, el factor desencadenante de la floración es la edad.

En comparación, muchas de las plantas de la Ruderalis florecen automáticamente cuando alcanzan una madurez específica, no importa el periodo de luz. Dicho de otra manera, florecen solo con el paso del tiempo. Incluso bajo luces durante 18 horas por día, ellas maduran completamente, de semilla a cabeza, en menos de 90 días, lo cual las convierte en plantas tremendamente rápidas. Todo un lujo disponer de unas plantas que florecen rápido y que no dependen del fotoperiodo, pero lo malo es que eran plantas sin apenas propiedades, por ende, sin usos viables.

Habíamos descubierto que las plantas de marihuana pueden tener el gen de la autofloración, o lo que es lo mismo, una pafrte de su ADN que les permite florecer solo con el paso del tiempo.

Los pioneros de las autoflorecientes

Y es entonces a partir de la década de los setenta cuando algunos pioneros de la cría de cannabis observaron el potencial que escondían estas variedades Ruderalis y comenzaron a cruzarlas con variedades de cannabis de alto contenido en THC, con el propósito de aprovechar estos genes de autoflorecencia, rapidez de floración, pequeña estatura, aclimatación a zonas frías y resistencia a los insectos y enfermedades locales.

Comenzaron así los primeros programas de mejora para introducir este gen de autofloración en variedades de alto contenido en THC y agradable aroma. Los cultivadores estaban excitados buscando híbridos que mantuviesen las cualidades más deseables de estas plantas autoflorecientes y mejorando su contenido en THC y sus aromas. 

Los primeros experimentos documentados de cruces entre variedades rudelaris y variedades con alto contenido de THC fueron realizados por Ernest Small, de Agriculture Canadá en Ontario, durante los años 70’s.

Durante la década de los ochenta el conocido criador de cannabis Neville, propietario del legendario y pionero Green House Seed Bank experimentó con cruces entre rudelaris y algunas variedades como las mejicanas, la Skunk #1 y variedades índicas. Aunque algunos de estos cruces de Neville maduraban mucho antes que las clásicas mejicanas, tenían menor contenido de THC y eran bastante inestables en cuanto al periodo de floración y relación cálices-hojas en los cogollos.

Mighty Mite

Durante estos años, en las islas del golfo de la Columbia Británica (Canadá), un anónimo cannabicultor de exterior fue dándose cuenta de que la variedad de cannabis que cultivaba y seleccionaba durante años, la cual cosechaba en octubre de manera regular, daba algunos pocos ejemplares que maduraban mucho antes, a finales de julio o principios de agosto.

Después de varios años de selección de estos ejemplares, consiguió obtener una planta con semillas que mantenían el gen de la autofloración. Y además, también conservaban los efectos y los aromas de su amada variedad propia de semillas, decidió llamarla Mighty Mite.

Mighty Mite se convirtió rápidamente en una planta muy popular, proveyendo a los agricultores canadienses de cosechas antes del verano y antes de la llegada de las lluvias y el frío. También en las zonas del Norte pasó a sustituir a muchas índicas rápidas aclimatadas a las zonas frías. Últimamente, esta variedad es cultivada también por agricultores de interior y ha sido hibridada con variedades más potentes.

Lowryder

Una de las primeras semillas autoflorecientes comerciales que se conocen es la Lowryder, creada por el banco de semillas Joint Doctor’s, el cual en su búsqueda de formas de cultivar la marihuana tradicionales y nuevas con técnicas de producción, métodos de investigación y prácticas de cultivo novedosas, consiguió este nuevo hito de las autoflorecientes.

Criado en un establecimiento agrícola, comenzó a interesarse por el cultivo de marihuana durante su adolescencia. Llevando algunas semillas a la escuela, siguió luego proveyendo de marihuana de la buena, cultivándola en su propio dormitorio y en la arboleda vecina. A su vez, estas actividades «extracurriculares» se convirtieron en el objeto real de sus estudios.

Tras muchos viajes por el mundo y observando miles de variedades del cannabis, llegó a la conclusión de que para crear nuevas y mejores variedades, todo lo que se necesitaba era algo de material genético de alta calidad, un ojo agudo para la observación, mucho tiempo y paciencia. Y claro, un poco de suerte también.

Y aquí nos cuenta como llegó a la conclusión de la necesidad de que existiesen tipos de plantas más pequeñas, rápidas y que necesitasen de un espacio mínimo para crecer y desarrollarse…

En uno de mis viajes por Europa oriental fui a visitar a un amigo cuya familia vivía en un típico apartamento pequeño de clase trabajadora. El verano anterior, cuando lo fui a ver por primera vez, había despertado el interés de su madre, la cual era una persona abierta y sin prejuicios en probar marihuana. De inmediato las propiedades euforizantes de la hierba hicieron efecto en ella, quien exclamó ¡esto es mejor que el vodka!. Ahora, la madre de mi amigo está intentando cultivar hierba en el alféizar de una ventana con semillas que yo le regalé en mi última visita. Yo tenía mis dudas de que esto resultara práctico. No sería mejor, comencé a pensar en voz alta, ¿que alguien pudiera crear una variedad enana de maceta exclusivamente para alféizares, balcones y apartamentos pequeños?Banco Joint’s Doctor

Y así se pudo manos a la obra trabajando durante mucho en un proceso tenaz de ensayo/error para poder llegar al final a crear la Lowrider, que no fué la primera que creó, pero sí la más completa de todas.

La obtención de Lowryder se logró luego de un largo proceso. Esta cepa surgió del deseo de cultivar una marihuana novedosa, que sea a la vez adecuada para las limitaciones de espacio en lugares que suelen ser variables, tanto en interiores como al aire libre.

La Lowryder era una planta estable y confiable en sus propiedades: un producto de nueve generaciones de crianza selectiva. De descendencia directa de una superior William’s Wonder y una Northern Lights #2 indica, así como una más exótica, de una variedad de poca estatura desconocida que se cree que es descendencia de «Mexican Ruderalis». Pasa directamente de la germinación a la fase de floración, Lowryder no necesita una fase de crecimiento. Como resultado, fue la variedad más rápida, más compacta y más discreta existente en aquel momento. Para completar sus características, la apariencia, aroma, colocón final de Lowryder no tenía nada que envidiar a otras variedades del mercado; una planta excelente, potente y con una alta producción de resina.

La eclosión de las autoflorecientes

Las primeras variedades de semillas automáticas han sido introducidas en el mercado masivo de cannabis recientemente, pero han rápidamente vuelto inmensamente populares. El consenso general hoy en día es que todas las variedades de cannabis domesticado y todas las variedades silvestres proceden de la misma fuente genética, por lo que es perfectamente posible que muchas de las variedades de cannabis conserven genes de autofloración en su piscina genética.

Algunos otros de los primeros híbridos comerciales de variedades Ruderalis desarrollados en Europa fueron los siguientes.

La Ruderalis índica, una cepa desarrollada por Sensi Seeds este híbrido daba como resultado en la mayor parte de la descendencia plantas autoflorecientes y de pequeña estatura, aunque todavía de muy baja producción en THC. Ruderalis skunk producía plantas con mayor contenido en THC, aunque solamente era autofloreciente el 50% de la descendencia.

O la White Dwarf que nace del cruce de dos potentes índicas de singulares características, una variedad autofloreciente de penetrante aroma y sabor dulce. La White Dwarf florece en 2 meses desde que es sembrada, independientemente del fotoperiodo, esto la hace ideal para cosechas tempranas.
Así mismo, su baja estatura hace de la White Dwarf una planta discreta que permite un cultivo al amparo de los curiosos. Aparte, su resistencia y corto ciclo reducen al máximo la posibilidad de problemas en el cultivo, haciendo de esta variedad una apuesta segura para cultivadores noveles.

También la Speed Devil, el primer trabajo de Sweet Seeds con este tipo de genéticas, procedente de una población de semillas autoflorecientes canadienses recibidas en un intercambio de semillas, y sometida a varias generaciones de selección. Pensamos que seguramente pueda estar emparentada con la famosa Mighty Mite.

Conclusión

La estatura de estas plantas al final de floración es pequeña, no suelen pasar de los 80 cm de altura, lo que las convierte en plantas muy rápidas y muy discretas. Muy útiles para el cultivador de guerrilla que puede cosechar rápido, adelantándose a la época en que los ladrones buscan los cultivos de cannabis, adelantándose también a la época de los ataques de hongos y del frío de invierno, y pudiendo camuflarlas muy bien entre matorrales. Debido a su pequeño tamaño es también perfecta para el cultivo en pequeñas jardineras, en balcones, repisas de ventanas, pudiendo camuflarse muy bien en huertos y jardines debido a su discreto tamaño.

Debemos decir que cada vez más cultivadores eligen para sus jardines las rápidas y modernas variedades autoflorecientes en busca de genéticas que puedan florecer en cualquier época del año en exterior y poder recolectar varias veces por temporada, incluso en primavera y principios de verano, cuando el resto de variedades fotoperiódicas no pueden ofrecer todavía sus frutos por estar condicionada su floración a la llegada de días cortos.

Los experimentos de mejora de híbridos entre variedades rudelaris y variedades índicas han conseguido hoy en día líneas muy estables y de muy alta calidad. Conoce las últimas novedades en semillas de marihuana autoflorecientes visitando nuestro artículo sobre el banco Fast Buds, el banco más puntero en la producción de semillas autoflorecientes.

Y nada más por hoy cannábic@s del mundo, esperamos que nuestro artículo os sirva para conocer un poquito más sobre la historia de las semillas de autoflorecientes, y recordaros que en tienda disponemos de un montón de semillas de autofloración. O sigue la lectura con el contenido sobre la invalidez de los test para conducir bajo los efectos del cannabis.

Brais Nieto

Fundador de Experiencia Natural, creativo y emprendedor, diseñador, master en grower y marketing. Por una normalización de todas las plantas y sustancias primando pacientes y usuarios.